El tripode.

Dedicado a Karol, nuestra compañera del grupo fotográfico que va diciendo que necesita un trípode. Con esto podrás decidir.

El trípode es un elemento muy importante para conseguir fotografías de calidad e indispensable para según qué tipo de fotografía como nocturnas, paisajes o bodegones. Un trípode debe ser robusto para que la cámara no se mueva una vez montada en él y debe ser lo suficientemente alto como para poder trabajar normalmente sin tener que extender el eje central, solo extendiendo las patas. El cabezal debe poder soportar suficiente peso para que no se mueva por ejemplo con un zoom y debe ser cómodo de mover para encuadrar. Lo más habitual son los cabezales de bola que permiten muchos movimientos y se bloquean girando un solo elemento facilitando su uso.
La pregunta habitual es… ¿Cuánto debo gastarme en un trípode? Dependerá de tu equipo y por supuesto de tus posibilidades. Puedes encontrar trípodes decentes desde unos 50 euros hasta la friolera de 600 euros o más. Si tu equipo está formado por una compacta o una bridge, no deberás ser tan exigente con el trípode ya que el peso que debe aguantar no es mucho. En este caso te puedes incluso permitir el llevar algún tipo de trípode de tamaño reducido o incluso un gorillapod que pesa poco y permite ‘colgar’ la cámara de cualquier árbol, reja, silla o donde se te ocurra. Si tu equipo es una réflex de iniciación con objetivos convencionales de tipo kit puedes encontrar trípodes normales que son capaces de soportar hasta 3 kilos y con un rango de precios bastante amplio. Puede ir a partir de los 50 euros y en ellos es importante asegurarse de que tanto el cabezal como las patas soportan suficiente peso como para soportar nuestros objetivos, aunque si planeamos comprar más adelante objetivos mayores es mejor que con el trípode no nos quedemos cortos o después lo tendremos que cambiar. En este rango de pesos y precios, podemos encontrar, con cierta calidad, algunos modelos de la marca slik que los podemos encontrar fácilmente en tiendas de fotografía, o mi recomendación, benro que es una marca china que hace unos trípodes de calidad superior que están a la par de los caros y maravillosos manfrotto o gitzo. Estos benro los puedes encontrar muy económicos a través de ebay o si no te atreves a comprar por ebay los puedes encontrar en casanovafoto, aunque a un precio ya un poco superior. Para que os hagáis una idea, el trípode que tengo yo es el benro A-250EX y este por ebay lo puedes comprar por 86 Euros (incluidos los portes, pero con el riesgo de que lo paren en aduanas y tengas que pagar algo más, bueno, un 25% más concretamente, aunque la posibilidad de que te paren un producto es más baja si compras en la china que en EEUU, pero existe la posibilidad). SI ese mismo modelo lo compras en Casanova te vale 116 euros, o sea algo más del 25% que te cobrarían si te lo paran en aduanas, pero de este modo no te tienes que esperar a recibirlo. La calidad de este trípode es altísima, aunque si eres alto quizá se queda un poco pequeño, ya que solo alcanza el 1,3m sin extender el eje central. Si este precio es demasiado alto, otra opción más económica, pero sin sacrificar mucha calidad puede ser Fancier que también lo puedes comprar por ebay y te puede salir entre 50 y 60 euros teniendo unas características bastante similares al benro comentado arriba.
Si tu equipo está formado por objetivos grandes y pesados (17-55 f2.8, 70-200 f2.8, 400 f4, etc) mi recomendación es que no pretendas ahorrar en el trípode, que ver caer una cámara con un objetivo de 1000 euros al suelo debe ponerte los pelos de punta. En ese caso, puedes encontrar también trípodes de la marca Benro pero los de la serie C-XXX que son trípodes de carbono, que ofrecen más robustez, estabilidad y algo menos de peso, aunque eso si, a unos precios más elevados (suelen rondar los 250 euros, pero recuerda que no es ni una cuarta parte de lo que vale un objetivo). Si no tienes problemas de dinero tanto manfrotto como gitzo te darán la mejor calidad de unas marcas arraigadas al mundo de la fotografía.
Como apuntes adicionales en el momento de escoger nuestro trípode, es recomendable que todas las patas se puedan separar en diferentes ángulos y cada una por separado, para así poder adaptar la posición a cualquier terreno. Eso también nos permitirá usar el trípode en tomas bajas o para macros, donde es importantísimo para permitirnos cerrar el diafragma para conseguir una buena profundidad de campo. También es muy útil que lleve un nivel de burbuja para asegurarnos la horizontalidad de la cámara y es bueno que las patas estén forradas (al menos una) de goma para que si algún día sacamos el trípode por la montaña en invierno, no se nos congele y se nos quede pegado a la mano. Otra posibilidad que ofrecen algunos modelos es que se pueda invertir la barra central de forma que el cabezal quede entre las patas del trípode para poder hacer macros con más comodidad o tomas a ras de suelo, o que la barra central sea directamente balanceable, cosa que ya nos da un control total, tanto para bodegones como macros.